Todo fue bien, hasta que el suelo volvió a crujir. Esta vez, el casco se abrió en dos al paso de una grieta que corría por la cubierta. 'Replay' pensó: «¡No creo que pueda aguantar otro naufragio!» y, agarrándose cada cual a lo que buenamente pudo, fueron a dar con sus huesos en el agua. Luego llegó la espera, cuando el tiempo, casi detenido y rodeados de agua sus minutos, trajo el milagro. Un barco de rescate acertó a verlos y pudo sacarlos de aquel acuático infierno y ponerlos a salvo. Estaban ateridos. Habían preparado café y les sirvieron un poco a cada uno. Cuando el último náufrago cogió su taza, se oyó como un quejido bajo sus pies.
Esta obra está licenciada por Joaquín Romero Zambrano, bajo una Licencia Creative Commons como
2 comentarios:
Y vuelta a empezar...
Pero con una tacita de café las penas son menos penas ;)
Jopé... pesimismo, sí, pero en serio... Seriamente pienso que, para ser (cualquiera) la hora del café, me falta la taza entre los dedos, así que me voy a ello.
Espero no sentir un crujido bajo mis pies.
Un saludo y un beso
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